La Iglesia Copta Ortodoxa en México
Santos Ortodoxos

Santa Verena

Santa Verena de la Legión Tebana murió a la vida en la tierra el cuarto día de Thoout (14 de septiembre).

De niña fue criada en la región de Tebas (hoy Luxor en el Alto Egipto) en una noble familia cristiana, que la llevó ante el obispo Sherimon, obispo de Bani Suwayf, quien a su vez la catequizó y la bautizó.

Santa Verena se unió a la Legión Tebana en su misión a Rhaetia (la actual Suiza) y era pariente de San Víctor, también de la Legión Tebana.

A los familiares de los soldados se les permitió acompañarlos para cuidarlos y atender sus heridas. Luego de que San Mauricio, San Víctor y los demás miembros de la Legión Tebana fueron martirizados, Santa Verena llevó una vida solitaria y ermitaña.

Primero, se instaló en un lugar llamado Solothurn, pero luego se mudó a una cueva cerca de la actual Zurich. Ella solía ayunar y rezar continuamente. Además, Dios realizó varios milagros a través de ella. Siempre se preocupaba particularmente por las chicas jóvenes y solía cuidarlas tanto espiritual como físicamente, debido a su experiencia como enfermera.

Como resultado de su fama, el gobernador pagano de la región ordenó su arresto y la envió a prisión, donde San Mauricio se le apareció para consolarla y fortalecerla. Después de ser liberada, Santa Verena viajó por el resto del país y Dios hizo varios milagros a través de sus oraciones. Gracias a su ejemplo, muchos se convirtieron al cristianismo.

Santa Verena estaba interesada en servir a los pobres y solía ofrecerles comida. Además, pasaba mucho tiempo sirviendo a los enfermos, especialmente a aquellos que sufrían de la lepra, enfermedad de la piel que hoy ha sido casi erradicada. Ella solía ​​lavar sus heridas y ponerles ungüentos, sin temer la infección. En el momento en que Santa Verena partió de nuestro mundo, la Santísima Virgen María se le apareció para consolarla y fortalecerla.

El cuerpo de la santa se encuentra ahora en la parroquia católica dedicada a ella en Zurzach, Suiza. Sin embargo, en 1986, una delegación de esa parroquia viajó a Egipto para entregar a la Iglesia Copta Ortodoxa una parte de sus reliquias.

Si bien existen muchos templos dedicados a ella en el mundo católico, la primera iglesia copta dedicada a ella es la de San Mauricio y Santa Verena en El Cairo, consagrada por Su Santidad el Papa Shenouda III el 22 de febrero de 1994.

 

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