El Cristianismo Egipcio surgió con las prédicas de San Marcos, autor del Segundo Evangelio en el siglo I, en la época del emperador Nerón.
Egipto fue la patria del monasticismo durante el Siglo IV. Muchos santos, mártires y doctores venerados en todo el mundo eran egipcios. San Antonio Abad, Santa Bárbara, San Cirilo y San Gregorio son un ejemplo.
La Iglesia Copta tiene su propio Papa, S. S. Tawadros II, que vive en El Cairo. Él es el patriarca 118 desde 2012, de la predicación de san Marcos. La navidad se celebra el 7 de enero en lugar del 25 de diciembre, ya que se utiliza el Calendario Antiguo.
El uso masivo de la cruz como distintivo cristiano de hecho surgió entre los egipcios, pues no estaba presente en las catacumbas romanas ni en el lábaro de Constantino.
Uno de los lugares principales de peregrinación es la “cueva del niño Jesús”, situada en el barrio viejo de El Cairo, donde según la tradición, vivió la Sagrada Familia tras la matanza de los inocentes decretada por Herodes.
Existen comunidades de diáspora en Europa, África, Australia y América, con cerca de 200.000 seguidores en los Estados Unidos.